¡HOLA DE NUEVO EN MI DIARIO DE IIE! ¡BIENVENIDOS A UNA CLASE MÁS!
Una vez habíamos llegado al taller de Tecnología del centro, el profesor nos comunicó que hoy no nos presentaría ninguna práctica nueva, por lo que esta sesión estaba planeada para finalizar todos los proyectos anteriormente comenzados.
Sin perder el tiempo, cada uno de los grupos se sitúo en sus correspondientes mesas de trabajo para comenzar con las tareas de hoy.
Mi equipo recogió nuestro trabajo de la Galería Ciega y lo colocamos sobre la mesa. Observamos que ya teníamos casi todos los cables que necesitaríamos para la instalación pelados, cortados y listos, por lo que continuamos haciendo las conexiones oportunas.
Conectamos el cable negro del enchufe con el interruptor que se situaría a continuación. Tras él, conectaríamos de nuevo el cable negro a un conmutador. Atornillamos, tanto el interruptor como el conmutador entonces, y de este conmutador salían otros dos cables negros que, una vez que estuvieron bien conectados, cogimos uno que se dirigía al siguiente conmutador, mientras que el otro cable del mismo color derivaría al primer punto de luz de nuestra instalación.
En este punto de la práctica, Jesús e Itziar fueron pelando y conectando todos los cables azules que salían de las bombillas a la regleta, mientras Laila y yo nos ocupábamos de las demás conexiones.
Así pues, nosotras continuamos conectando este cable negro al segundo conmutador, el cual atornillamos a la superficie de la base tras conectar en él los dos cables correspondientes; el primer cable negro iría hacia la segunda lámpara, y el otro cable del mismo color llega finalmente hasta la tercera y última bombilla.
Con unos cuantos tornillos, acoplamos tanto los conmutadores como las lámparas a la superficie de la base una vez habíamos vuelto a comprobar que todas las conexiones estaban perfectamente realizadas.
Más tarde, Jesús acabó conectando los tres cables que salía de las bombillas a la regleta común, y de esta discurría finalmente el cable azul hasta el enchufe inicial de nuevo para completar así el circuito.
¡YA ESTABA ACABADA!
Se la entregamos al profesor y justo entonces descubrimos que los cables conectados en la regleta estaban un poco flojos, y los apretamos un poco más, conectándolos ahora sí perfectamente.
Fue en ese instante cuando la sirena tocó indicando el final de la clase.
¡HASTA MI PRÓXIMA ENTRADA EN MI DIARIO DE ELECTRICIDAD!
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