¡HOLA DE NUEVO A MI BLOG DE IIE!
Una vez todos los alumnos habíamos llegado a clase, nos sentamos en nuestros respectivos pupitres para comenzar con la sesión.
Hoy comenzaríamos un nuevo apartado de teoría; Instalaciones de Alarma, presente en nuestro libro de texto.
Para comenzar, vimos los distintos elementos que forman una alarma;
- Detectores: Encargados de enviar una señal eléctrica a la central por la apertura o cierre del circuito.
- Central de procesamiento: Recibe esta señal eléctrica y avisa sobre dónde se ha producido la avería, provocando una señal de alarma y controlando a los actuadores para que arreglen el problema.
- Elementos de Señalización: Cuando reciben la señal de la central de procesamiento, generan una advertencia luminosa o de sonido que, a través de un marcador telefónico, avisa a la policía, bomberos, etc...
- Elementos de conexión: Mantienen en contacto a los distintos elementos que conforman el sistema.
Después, pasamos a ver los distintos tipos de detectores con los que nos podíamos encontrar:
- Detectores de Infrarrojos: Básicamente se utilizan para evitar intrusiones. Se basan en la propiedad que posee todo cuerpo que está a una temperatura mayor de cero absoluto y por lo tanto emita radiaciones infrarrojas.
- Detector de Microondas. Radar: Basados en el efecto rebote.
- Detector de Ultrasonidos: Basados en el efecto rebote.
- Detector microfónico.
- Detector de Ultrasonidos.
- Detector de Infrasonidos.
- Detector por contacto magnético.
- Detector de contacto por vibración de mercurio,
- Detector iónico.
- Detector óptico de llamas.
- Detector óptico de humos y gases invisibles.
- Detector termovelocimétrico.
- Detector de monóxido de carbono.
Una vez habíamos visto todos los tipos, pasamos a la última parte de la teoría sobre alarmas.
Se trataba de la mejor elección para el emplazamiento de un detector de Infrarrojos:
Lo primero de todo era procurar que el detector no tuviese cerca ningún calefactor o radiador o aparato de aire acondicionado, para evitar que varíe su temperatura.
Debe existir además una diferencia de color entre el intruso y el campo de protección.
El sol, por otro lado, no debe incidir directamente sobre el detector.
Y por último, se debe procurar que el movimiento del intruso hacia la alarma se produzca de forma perpendicular y no horizontal para que sea captado correctamente.
Tras finalizar con la teoría, nos dispusimos a realizar una práctica.
En ella utilizaríamos un Detector de Infrarrojos, una bombilla, un portalámparas y un enchufe como elementos principales, así como los cables de color azul, negro y rojo.
Una vez el profesor nos dibujó el esquema en la pizarra, nos dirigimos los grupos habituales a cada mesa de trabajo para comenzar con la práctica.
Lo primero de todo fue hacernos con una tablón de madera que actuaría como base. A continuación, cogimos el Detector de Infrarrojos y comenzamos a realizar las conexiones.
Para ello, algunos de nosotros empezamos a pelar cables, mientras los demás nos encargamos de realizar las conexiones. Dos cables, uno azul y otro negro salían hacia la bombilla, y otros dos de los mismos colores hacia el enchufe. Los rojos se unían mediante una regleta en el detector.
Estábamos finalizando las conexiones cuando de repente tocó el timbre para dar por terminada la clase.
¡HASTA LA PRÓXIMA CLASE EN MI DIARIO DE IIE!
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